En Urogalia se ofrecen abordajes minimamente invasivos manteniendo los estándares oncológicos y tasas de supervivencia a la vez que evitando las complicaciones derivadas de abordajes más agresivos.
Es el tratamiento empleado cuando el tumor vesical infiltra la capa muscular de la vejiga.
Posteriormente se realiza una pequeña incisión para la extracción del material resecado y proceder a una reconstrucción del tracto urinario.En ocasiones es posible realizar una neovejiga con intestino que tras anastomosar los uréteres a la misma, posteriormente mediante laparoscopia se anastomosa a la uretra del paciente.
Cuando no se puede realizar una neovejiga ,se crea un estoma en la pared abdominal tras aislar un fragmento ileal a donde se anastomosarán los uréteres.
La cistectomía es una cirugía larga y compleja ,con una tasa importante de complicaciones.
Desde un abordaje minimamente invasivo se ha evidenciado una disminución de dichas complicaciones manteniendo los standares oncológicos.
La dificultad técnica y la necesidad de un largo aprendizaje es la explicación que en una gran mayoría de los hospitales no se realice todavía de forma rutinaria.
Con la aparición y desarrollo de la laparoscopia ,la cirugía renal en todas sus indicaciones(Nefrectomia Radical,Nefrectomia simple y Nefrectomia Parcial) se ha visto beneficiada enormemente.
Gracias a la laparoscopia se evitan las amplias y dolorosas incisiones de la cirugía clásica manteniendo según las distintas series publicadas los resultados oncológicos.
Las complicaciones durante el postoperatorio inmediato y tardío se han visto drásticamente reducidas.
La estancia media se reduce en varios días con respecto a la cirugía clásica y la recuperación a la vida activa se produce de manera temprana.
Si el tumor se encuentra en la zona alta de uréter o riñón a través de uretra se accede a vejiga donde se desinserta el meato ureteral para posteriormente con una leve tracción al concluir la nefrectomia por vía laparoscópica extraer en conjunto el riñón y el uréter.
En los casos que el tumor se encuentre en uréter cerca de vejiga se realiza todo el proceso por vía laparóscopica.
Con estos procedimientos laparóscopicos y endourológicos se evitan las amplias y dolorosas incisiones de la cirugía clásica manteniendo los mismos resultados oncológicos.
Las complicaciones disminuyen durante el postoperatorio inmediato y tardío en comparación con la cirugía clásica. La recuperación a la vida activa es temprana gracias a un alta precoz.
A través de pequeñas incisiones en el abdomen se introduce una cámara y material quirúrgico para llevar a cabo la intervención.
La extracción de la pieza embolsada se realiza por una pequeña incisión abdominal(normalmente en fosa iliaca) de 5 cm.
En Urogalia se decidirá de manera individualizada mediante un abordaje minimamente invasivo la mejor opción para cada caso en particular manteniendo siempre los estándares oncológicos.
La resección transuretral de vejiga es una técnica quirúrgica que es útil para el tratamiento de tumores vesicales superficiales.
Se coloca al finalizar una sonda, útil para realizar lavados vesicales que se mantiene mientras dure el sangrado o más días en pacientes sometidos a una RTU grande.
El ingreso postoperatorio suele ser de 24-48 horas.
Tras la cirugía se debe llevar una sonda vesical durante 10-15 días.
Este abordaje manteniendo los estándares oncológicos habituales disminuye las complicaciones durante el postoperatorio permitiendo un alta precoz en dos días y una recuperación temprana a la vida activa.
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en los hombres ,en la mayoría de las ocasiones cursa de manera asintomática. Su diagnóstico inicial se basa en la exploración física mediante un tacto rectal y una analitica sanguínea con determinación de PSA(Antígeno Prostático Específico).
La existencia de hematuria (sangre en la orina) es el principal síntoma del cáncer de vejiga. Otros síntomas menos frecuentes son las molestias en bajo vientre y molestias con la micción que muchas veces pueden ser confundidos ,sobre todo en mujeres con una infección de orina.
Cualquier paciente con hematuria debe ser valorado por un urólogo para descartar la existencia de un cáncer de vejiga.
La gran mayoría de los tumores de vejiga son superficiales (no infiltran la capa muscular de la vejiga).No requerirán cirugías más agresivas aunque el tumor vesical necesita un seguimiento estricto e individualizado ya que su principal característica es la recidiva en el tiempo.
Un protocolo de revisiones con cistoscopias regladas es importante en aras de diagnosticar de forma precoz una recidiva.
En algunos casos es necesaria la instilación vesical de forma precoz de tratamientos quimioterápicos e inmunoterápicos para reducir la posibilidad de recidiva o progresión de la enfermedad.
En una quinta parte de los tumores vesicales ya se ha producido una invasión de la capa muscular por lo que el tratamiento con resección se considera incompleto y no consigue controlar el avance de la enfermedad.
En estos casos debe realizarse una extirpación radical de vejiga y próstata asociando además una extirpación ganglionar de los ganglios linfáticos regionales.
Posteriormente con ayuda de segmentos intestinales se reconstruye el tracto urinario.
El abordaje laparóscopico o robótico ha demostrado disminuir la tasa de complicaciones posoperatorias (tanto intestinales como las relacionadas con el sangrado postoperatorio) manteniendo los criterios de seguridad oncológica clásicos.
Siendo fieles a nuestra filosofía en Urogalia se le ofrece al paciente un tratamiento multimodal ofreciendo técnicas minimamente invasivas para conseguir una pronta recuperación.
El Carcinoma renal está entre los 10 tumores más prevalentes en España. Su incidencia máxima se encuentra entre los 60-70 años. Los factores que se han demostrado más relacionados son el tabaco, el sobrepeso y la hipertensión.
Los tumores de tracto superior se originan de la capa que recubre por dentro a los uréteres y pelvis renales(urotelio).
Este tipo de cáncer es más frecuente en el urotelio de la vejiga, cuando se encuentra en pelvis renal o uréter requiere un tratamiento distinto según su localización.
En los casos más agresivos es necesario realizar una nefroureterectomía laparoscópica que consiste en extraer el riñón ,el uréter y un rodete vesical que incluye la desembocadura del uréter en vejiga.
Gracias a la cirugía minimamente invasiva la recuperación del paciente y la vuelta a la actividad normal es mucho más rápida.